Ayer fue un día extraño. La madrugada del viernes cayó una tormenta con granizo, bastante ruda para lo que estamos acostumbrados en esta ciudad en movimiento.
Sucedió así...
A las 5 am se cayeron dos árboles en la entrada del conjunto horizontal. por lo tanto, nadie pudo sacar sus coches para ir a trabajar, escuela o hacer sus labores cotidianas. Cabe puntualizar, que un ciudadano común y corriente no puede quitar el árbol porque si lo haces te multan.
La aventura comienza al salir de casa como a eso de las 8:30 am en víspera del día de madres. En el lugar en el que vivo el tráfico para bajar al periférico es como de 50 minutos en horas pico en un tramo de 3 km. Decidimos tomar un taxi, pero como no avanzaba el flujo de autos, apenas avanzamos 100 metros y el medidor marcaba 35 pesos. Por lo tanto, mejor nos bajamos caminando para tomar otro más adelante.
Pase a mi ex-escuela por unos papeles y allí estuve a punto de olvidar el pasaporte en una copiadora, afortunadamente no pasó a mayores. Después tome un pecero (¿va con s o con c?) para llegar al metro, tenía que ir al centro así que es la mejor opción. Del centro fui a otra colonia y de allí a polanco.
Al terminar mi jornada matutina decidí buscar un pecero que me regresara al sur, ERROR en un tiempo de 30 minutos, sólo pasaron dos atascados (no hay espacio ni para un niño o niña) todo esto con una temperatura de 30 grados o más. Ni modo, tome otro pecero que me llevara al metro de ahí a una estación relativamente cercana a mi hogar. De aquella estación tome el pecero que buscaba desde polanco, pero se detuvo metros adelante, por el mentado tráfico. inclusive el chofer comentó "Alguien se baja en la siguiente parada (ESE ERA YO!) porque me voy a meter a periférico" ¡¡¡Sí un micro en periférico, eso no es novedad en esta ciudad, a cada rato se ve eso y la autoridad bien gracias!!! Total que me baje, y realice una de las caminatas más largas de mi historia personal. De allí cuando había menos transito tome otro pecero que me regreso a mi hogar como a las 4 pm.
Obviamente llegue a bañarme, porque regrese bañado en sudor y deshidratado. Y sin haber desayunado, ni modo gajes del oficio.
Al llegar apenas habían logrado quitar los arboles caídos, después de que el camión de bomberos se quedó sin batería y un vecino tuvo que pasarle corriente (me cae que eso sólo sucede en México y más en esta ciudad). Hasta me dieron ganas de prescenciar el evento para grabarlo y pasarlo en you tube o en telerisa.
El día terminó con otra tormenta y en una vigilia para el día de Pentecostes....esa historia se narra en Camino a Damasco.
